domingo, 27 de julio de 2014

*** Summer Confidential ***

Quedan muchas horas de verano. Mucha luz y otros tantos atardeceres que - por circunstancias extraordinarias de este año-  pasaré (salvo unos días) entre el asfalto. Por ello, el summer confidential tiene un toque urbano. Porque si Madrid ya es bonita per se todo el año, en verano lo es aún más. Madrid no tendrá playa, cierto, pero tiene:

 
Un poquito de remojo con vistas o lo que vienen siendo los pool-roof top. Clásicos madrileños por dos razones: ubicación y precio, es decir una de cal otra de arena. La piscina con vistas mas mítica es la del Hotel Emperador (Gran Vía) aunque está también el Room Mate Oscar, opciones divinas y careras, pero una vez al año, no hace daño.
 
Cine al fresco. Antaño Madrid y cine de verano era sinónimo del Parque de la Bombilla y digo era porque este año el cine bajo el cielo de Madrid se multiplica. Los nuevos spots cinematográficos al fresco son el cine de verano del Conde Duque y el pop up cinema en el Palacio Cibeles. Para los fans de lo clásico, no hay mejor época para reconciliarse con los cines Renoir y versión original, con un buen aire acondicionado y una cartelera muy decente.  

Cócteles a raudales. Otro clásico veraniego y muy placentero en su declinación madrileña. Verano es tiempo de agüitas de colores en terrazas bien urbanas (de algunas ya hablé aquí). Mi favorita, como no, Le Cabrera en la Casa de América. Opciones alternativas: las cartas de cócteles de los mil y un sitios cool que fuera de verano son imposibles para reservar. Luzi Bombón, la Contraseña y un sinfín de nombres más que cuelgan el cartel: abierto por vacaciones y con mesas libres. Oh yeah.
 
Food Markets. Lo de Madrid y los food markets adquiere dimensiones XXL. Después de San Miguel y San Antón, habemus Platea y el Mercado de San Ildefonso. Me encanta el concepto y el diseño, mola todo esa faceta gastronómica en la que Madrid se ha encontrado y se siente muy cómoda. Con un rollo industrial y buenos puestos San Ildefonso ha sido mi última incursión. Por ponerle una pega: los precios. Pero vuelvo a la premisa del número 1: una vez al año, no hace daño.
 
Para hablar de más sitios, me reservo uno de los próximos posts, que queda mucho por disfrutar del verano y más por escribir. Disfruten. Mucho o más todavía.
 

 
 

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