martes, 31 de diciembre de 2013

*** Bye, bye 2013 ***

De todos los días del año, el de hoy me gusta mucho. Es el precipicio de lo que dejamos atrás y de lo que viene. 2013 ha sido un gran año, lleno de muchos giros, historias, ficciones, realidades, flores, viajes, sonrisas y risas. Ha sido el año de les petits fondants entendidos como momentos. Ha sido el año de amigas, cómplices, de vinos furtivos. Me da penita que se acabe. Me quedo con ese 2013 en la retina y con todos los colores que me ha dado.

Feliz año a todos y en especial a los que habéis aportado matices que han hecho tan especial este año. Ready-to-wear 2014 ;-)
 

 

 

 

 
 

 
 

 
 
 
 

viernes, 27 de diciembre de 2013

*** All that glitters ***

Para compensar el empacho de las comidas navideñas, el post de hoy no se come, el post de hoy se lleva y con mucho brillo. Las fiestas piden brillo: en este caso más es más. Si bien creo que no hay mejor apuesta que el negro y en especial un little black dress (más sobre LBD en este post a lo Chanel) por elegante, sencillo y sexy; no puede faltar un espíritu de urraca gamberra en forma de collares. Me gustan muchísimo y añaden un brillo especial. Si además van acompañados de labios rojos: total look está más que logrado.

 
 
 
Afortunadamente – y lo digo porque me encantan así- se siguen llevando grandes, con mucho brilli-brilli y cristales o strass. Abajo una pequeña propuesta. Me encantan todos y cada uno de ellos y mucho me temo que antes de que termine el año alguno caerá aunque sea del principio de este wishlist.
Collar con cristales azules y verdes de Complementos Mar Azul que ha sido todo un descubrimiento. 24 euros que prometen ser muy bien invertidos.
 
Strass, también de Complementos de Mar Azul. 19 euros.
 
 Este con flores es de Romwe. Ideal, auqnue le sobra el cuelgue dorado (aunque no se puede pedir más por 9,9 dólares...)
 

 
 
Las colecciones de bisutería de Zara no decepcionan nunca, además de los clásicos collares con cristales en forma de flor, este en dorado con detalles de piel me parece muy bonito. 17,95 euros. Ni más ni menos.
Bimba y Lola. Sencillo pero decente.
 
 
Este étnico de Sandra Feltes es una auténtica maravilla. Me gustan mucho sus diseños. No sé si siguen disponibles en Speed & Bacon, pero desde luego se pueden comprar en Pasion for Fashion.
 
 
 
Este es de Muic, una joyería que está en la calle Ayala y me encanta aunque a nivel totalmente aspiracional a menos que me toque la lotería del niño. Ahora mismo tan precioso como inalcanzable.
 
Tom Binns. Un collar precioso (a la par que caro) y un diseñador que me parece una maravilla. En España Tom Binns está disponible en la maravillosa tienda Otto di San Pietro.
 
Divertidísimo, lleno de color Miu Miu. Una joya para terminar esta pequeña jewel Christmas pic.
 
 
 

lunes, 23 de diciembre de 2013

*** Perpetuum mobile (3): Looking for a perfect apero ***

Hace mucho tiempo que no retomaba el momento Perpetuum mobile (las anteriores entregas aquí y aquí), esta especie de movimiento pegado a una copa, pero como estoy planificando los aperitivos líquidos para la cena de Nochebuena, aprovecho para dedicarle unas pocas líneas al arte de apero navideño.

Por supuesto como todo en esta vida: menos es más también para el aperitivo, así que si deciden entregarse a mis indicaciones líquidas, háganlo con moderación. No me excedo de 4 propuestas(moderación es un acto de elegancia).

White Christmas: Un blanquito fresquito es siempre una buena opción para abrir apetito. Y mejor si es un albariño divertido como el de Paco y Lola, que no solo alegra el paladar pero también la mesa. Cenar con tu gente es felicidad, al fin y al cabo. Lunares, sonrisas y albariño para todos (incluido el marisco).

Burbujeando: Aunque el champán o los espumosos son tradicionalmente más del brindis, lo mejor es jugar a romper reglas. Unas burbujas son perfectas para empezar con aperitivos salados. Aunque me gusta mucho el champán este año la burbuja ganadora será la del espumoso de Jorge Ordoñez, Botani, con baja graduación y riquísimo(por si se me ocurre ejecutar todo el plan de apero aquí presente…). Este primer espumoso malagueño también es apto para acompañar los dulces. Alternativas burbujeantes: un champán que siempre es un acierto.
Clásico atemporal: De siempre he sido muy chica vermú (mola más lo de chica Martini y por la poca moderación que le confieso me merecería el título) así que no puede faltar este clásico tan atemporal.  Siempre on the rocks, sin más mezclas que aceituna para el blanco o rodaja de naranja para el tinto. Muy ideal. Me confieso muy vermutera ahora y siempre.
Bitter Christmas: No es que lo anterior no sea cool, lo es sin duda ninguna, pero esta última propuesta es quizás la menos clásica y la más coctelera. Se llama Aperol y es la base del italianísimo spritz. Con un toque ligeramente amargo y de precioso color naranja se combina muy bien con las burbujitas (prosecco o cualquier otra burbuja) y una rodaja de naranja, que al fin y al cabo estamos en temporada. Receta para prepararlo (y la segunda foto de abajo) en este blog.

Chin-chin y feliz Navidad!

sábado, 21 de diciembre de 2013

*** Dining around (Madrid) ***

Diciembre es un abrir y cerrar de ojos. Ha pasado tan rápidamente que casi nos lo hemos comido. Además literalmente, porque creo que no me equivoco si digo que diciembre es el mes del exceso, aunque sus calorías son muy deliciosas porque se comen y cenan con amigos.
 
Eat happy & drink happy 
Y precisamente de estas divinas calorías de diciembre saco la chiqui-guía madrileña perfecta (subjetividad por delante, como no) para un perfect dining around. Mención especial a los perfectos elementos de cada una de estas cenas navideñas especiales. Los tres sitios están en barrios divertidos salpicados por coctelerías en proximidad por lo que cada uno de los dining points es extensible al drinking point (no tengo que jurar que esto de concentrar las actividades nocturnas en una zona única es un gran punto a favor).
SEXTO (Fernando VI, 6): Resurgido de las cenizas del Speakeasy (entendedme, he sido guiri en algún momento de mi vida), The Sexto es un gran descubrimiento con una cocina de mercado más que correcta. El sitio es como un multiespacio muy cálido y con un diseño muy fácil para gustar. A caballo entre una estética algo industrial por el bonito ladrillo a la vista y una gran cocina intimista es perfecto para cenar con pocos o muchos.
Versatilidad de ambientes y una carta que particularmente me ha gustado mucho por centrarse en el producto fresco y de temporada. Una carta muy completa que además de los entrantes tiene estupendos risottos y buenos tartares. Carta completa aquí. Para mí una sobresaliente e inmejorable opción para cenar y rematar luego con un cóctelcito en Le Cabrera (del que ya hablé aquí). Precio medio: 40 euros.
KRACHAI (Fernando VI, 11): un tailandés de 10. No es la primera ni la última vez que voy, pero cierto que hacía mucho tiempo que no revisitaba ese tailandés tan bonito, intimista y con comida muy rica. En una de las primeras veces cometí el error de entregarme a su Dry Martini, desde entonces opto por la cerveza tailandesa o directamente por comer porque Krachai es más de comer que de beber. A quien le guste un tailandés, es EL sitio.
 
A mí me gusta mucho su sopa Tom Kha Kai con pollo y leche de coco y lima. Muy apto para los amantes del picante que contrasta con el diseño absolutamente limpio y blanco del sitio. Mención aparte para los platos especiales que juegan con algunos ingredientes españoles como el secreto ibérico. Al contrario del Sexto que es más versátil lo veo para cenitas en petit comité (pero Le Cabrera está a la misma distancia). Precio medio: 35 euros.
SUDESTADA (Ponzano 85): tenía muchas ganas de ir a este sitio no solamente porque se encuentra en una zona a la que tengo un cariño especial porque ha sido mi hogar y mi casa durante algunos años, sino también y sobre todo por su comida, porque me encanta todo lo asiático.
 
 
 
 
La carta es una maravilla desde las dumplings (empanadillas), nem cua hasta el curry que corta las vías respiratorias (como debe hacerlo un buen curry) con su puntito de leche de coco, pollo marinado a la brasa…un ñam ñam de primera. Gran variedad de infusiones del sudeste asiático. Como un plus adicional tiene una carta de cócteles muy acertada (incluido el bartender barbudo cool que los prepara) y una carta de vinos muy interesante aunque por lo que he visto el vino que más triunfa es el Predicador. Precio: menús degustación muy recomendables desde 35 a 55 euros. HAY que ir.

Vayan, coman y disfruten. Ya nos preocuparemos de las calorías acumuladas cuando pasen las fiestas. Prometo un post de detox en cuanto superemos el espíritu lúdico festivo.

 

lunes, 9 de diciembre de 2013

*** Pantone of the year: radiant orchid ***

Vaya por delante que el único pantone al que he sucumbido – piel de gallina incluido- es el de Angelica Dass y su precioso proyecto Humanae del que ya hablé aquí. Aún así, hay otro pantone, el que todos los años por estas fechas revela el código de color que supuestamente ha de regir los cánones de los colores de la temporada. Es del que toca hablar hoy porque siempre me ha conquistado esta capacidad a lo bola de cristal de vaticinar cuál va a ser el color que triunfe en los meses venideros.
El Pantone Institute, organismo que desde el año 2000 (¿cómo elegíamos el pantone del año en el siglo XX?) nos instruye sobre la expresión cromática del (lo que sigue me encanta por su profundo postureo intelectual) global zeitgeist, entendido como espíritu del tiempo, ha aclamado el radiant orchid como el tono que va a marcar el año que viene. Como reza el propio Pantone Institute no es necesariamente el color de moda que predomine en el año, es simplemente la expresión del mood que se detecta en las industrias que influyen en las tendencias globales. Algo como el espíritu del año expresado en código simbólico del color. Hasta aquí bien, prudencia como máxima a la hora de proclamar tendencias.
 
Leyendo sobre el radiant orchid y la fórmula de llegar a él como el pantone del año, confieso que me he quedado prendada. Creo en la teoría del color como forma de expresión, el color porta un significado y ánimo más allá del pantone. (De hecho recomiendo mucho la consultoría del color que viene muy bien para descubrir los colores que nos van a cada uno -por ejemplo los que realiza Mandhala y Estefanía con dos tacones-cierro paréntesis).
La familia purple (ojo, que no es púrpura, sino morado) es la familia de innovación. El tono de la  orquídea aporta exotismo, magia y creatividad al asunto; es una de las plantas más delicadas (quien haya tenido una lo entiende a la perfección). Radiant: aquí lo tengo muy fácil, el adjetivo radiante transmite muchas cosas positivas.


 
Como dice Pantone Institute: no hay certeza de que el color predomine en 2014, pero predominará su mood: la creatividad, el brillo con brío y la innovación. Yo por si acaso me he hecho con este abrigo de Asos que declina el radiant orchid con suavidad. A ver si lo de la creatividad, innovación y brillo se me pega. He dicho.
 
Por cierto, parece que las luces navideñas de Madrid van en consonancia con el pantone del año, no?
 
Por cierto 2: el radiant orchid ya tiene a sus detractores, a los que seais duchos en leer en inglés os recomiendo este artículo del Guardian.